El recuerdo de los años 60, cuando saltaban tabúes y lugares comunes a 45 revoluciones por minuto, se ha convertido en un lastre cuando la búsqueda obsesiva de la novedad y la sorpresa se antepone a la búsqueda de la calidad y la sinceridad en la expresión musical. Cada mes varios millares de nombres inéditos aparecen en el mercado apabullando y desorientando tanto a la crítica como al comprador. La valía de la mayoría de los nuevos lanzamientos pasa absolutamente desapercibida y esa misma mayoría no tendrá tampoco una segunda oportunidad de demostrárnosla. En el p2p y en las tiendas también la atracción por los clásicos se demuestra día a día.