17 de gen. 2011

Desdentados

Ayer me enfadé mucho.

Y por primera vez dejé un comentario en un post cuando leí una flagrante inexactitud en un artículo que hubiera sido bastante interesante sin ella. Por cierto que me han hecho caso y, aunque no saben sumar, algo han corregido.

 La autora en cuestión, que por el seudónimo que usa  creo adivinar que es un chico, recomendaba productos naturales para sustituir los caros tratamientos cosméticos al grito de "¿Cómo se cuidaban nuestras abuelas cuando no existían estos productos?".

La historia recoge que desde principios del XIX existen marcas cosméticas comerciales y que desde hace milenios las mujeres se cuidaban el pelo, la piel y se maquillaban, teñían y arreglaban.

Pero parece .que es lo que a mí me indigna. que existe interés en dibujar un pasado oscuro y tenebroso en el que no salía el sol y en el que todo el mundo era sucio, analfabeto y desdentado. Ese mundo tétrico y hostil llega hasta el momento en que comienzan los recuerdos del que habla. Es decir: todos estamos convencidos de que antes de nacer cada uno de nosotros no valía la pena vivir.

En nuestro país es aún más grave dado que tenemos el recuerdo de 40 años de dictadura militar y el peso de la ideología transicionista convierten en políticamente correcto y obligatorio creer en ese pasado cuando no lucía el sol nadie tenía dientes y nadie sabía leer. Para unos llega hasta 1978, para otros hasta anteayer o cualquiera que sea el primer día que recuerdan  Hay quienes ganan dinero a costa de explotar este error general, como por ejemplo los guionistas y productores de “Cuéntame” o la directora de “El Calentito”.

También creo que la ignorancia reclacitrante de la gente que trabaja en medios no debería consentirse. Es una obligación moral del que publica algo para que lo lean los demás contrastar datos e investigar aunque posea tan sólo el humilde rango de becaria.

Esto es, pues,  lo que le contesté:

Mi madre trabajó en una perfumería a partir de 1939 y entonces ya existía una industria cosmética suficiente como para mantener ese tipo de negocio, con marcas comerciales -como Myrurgia, Laurendor, Gal y otras-, campañas y gadgets publicitarios y visitas de profesionales a los establecimientos para dar consejos y enseñar trucos y tratamientos a las clientes. Hasta hace poco, guardé una cajita con muestras, postales, catálogos, etc. de maquillajes, perfumes, tratamientos, champús y demás.

El desprecio al pasado es una de las muestras de ignorancia más peligrosas y, en este caso concreto, es una demostración palpable de que la historia se ha escrito desde el punto de vista del machismo, la falta de rigor y los prejuicios. Existe una mentalidad cerril y obtusa convencida de que todo lo ajeno a su entorno cercano pertenece a una Zona Negativa oscura y miserable donde no cabe la sofisticación de una barra de labios, la sensualidad de un perfume o el lujo de una crema hidratante.

No se trata en absoluto de un tema frívolo o trivial, estamos hablando de belleza, de sociedad y de negocios. Sepa usted Señorita Lady in Red que en el siglo XIX ya existían marcas comerciales que comercializaban cosméticos. Aquí tiene unos links,

http://www.perfumeprojects.com/museum/marketers/Guerlain.shtml
http://www.perfumeprojects.com/museum/marketers/Myrurgia.shtml
http://www.laurendor.com/ing/laurendor.php
http://www.jargol.com/brands/perfumeria-gal/
http://www.shiseido.co.jp/e/story/html/sto10200.ht

El anuncio de Laurendor lo he tomado de este blog donde se ocupan del maravilloso ilustrador: 
http://tertuliadestudio.blogspot.com/2009_08_01_archive.html