La ironía y el cinismo postmodernos han hecho surgir una pudibundez extremada respecto a los sentimientos que en el ámbito musical se manifiesta a través del desprecio y burla hacia todo lo que no sea duro, salvaje y agresivo. Dulzura, ternura y sensibilidad son sentimientos prácticamente obligatorios en la canción popular que han desaparecido por un absurdo a miedo a la calificación machista de “blando”. Pero la pobreza de sentimientos conduce también a la pobreza de recursos musicales que en muchos estilos de han reducido a poco más de una sola nota.
Llorar por los amores perdidos, gritar cuando abusan de uno, bailar cuando se está alegre, etc. constituyen la razón de existir de la música popular, se pierde eso y ¿Que queda?
