CUADRO DE HONOR de la Movida: Un diccionario completísimo de personajes que lograron alguna influencia en la manera de vestir y comportarse de la juventud de esta época: No se lo pierdan si quieren saber qué hizo que los siguientes personajes fueran importantes, influyentes y decisivos.
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CASAL, TINO. Gran voz, gran imagen y gran personalidad. Todo era superlativo en Tino que, como Miles Davis y Bowie, se creaba un nuevo look para cada disco. Su armadura alcoyana en la portada de "Histeria" es más de lo que el pop español se merecía. Nadie ha llevado su obsesión por la imagen tan lejos como él y hasta un prosaico cosmético como es el champú de huevo le sirvió de inspiración para la letra de uno de sus éxitos. Por supuesto que nadie ha sabido lucir los chales y hopalandas del nuevo romanticismo como él.
CLAVEL, PACO. Verdadero profesional a la antigua, como las folklóricas y cupletistas que tanto admira. Un talento y un gracejo incombustibles en escena. Muy loable e inteligente su reivindicación del españolismo en clave moderna. El mismo se hace sus propios vestidos con los materiales tan inesperados como puedan ser las bolsas del Real Musical, cuando no luce los magníficos diseños siderales de su amigo Pepe Rubio. Posee una colección de zapatos con alzas tan espléndida que ni Olvido Alaska, ni Fanny MacNamara, ni Addy Ventura, ni la go-gó más moderna de la sala Kapital consiguen emular.
CLAVO, EDI. Un tipo serio, buen batería, buen escritor y buen periodista con una curiosa y atípica obsesión por la ropa y el calzado. Aunque fue el cantante de su grupo, Jaime Urrutia quien introdujo los jerséis de cuello alto negro hasta entonces prohibidos en un movimiento tan radicalmente anti-progre como La Movida, Edi fue el que introdujo ese look entre quinqui, roquero y moreno de verde Luna que hizo de Gabinete Caligari un hito en la historia de la moda masculina española.
COYOTE, VÍCTOR. Uno de los inventores del rock latino y de un look mezcla de rock and roll y folklorada muy efectivo. Su actitud arrogante y su silueta agraciada y viril hacían que luciera muy bien y, su grupo, Los Coyotes, tenían, en 1984, todo el equipo para revolucionar el mundo de la música juvenil española. Los prejuicios de los medios de comunicación, obligados a seguir fielmente de las indicaciones de la industria y la prensa extranjera, a fin de disimular el pelo de la dehesa que les brotaba de modo congénito por todas partes, acabaron con un movimiento del que, sin embargo, han sacado posteriormente tajada advenedizos como Juan Perro o Manu Chao.
(Continuará)