LOS NUEVOS ROMANTICOS. Ningún movimiento anglosajón ha pegado tan fuerte en España como el new romantic londinense. De hecho, Mecano, el grupo pop español más famoso de todos los tiempos, comenzó bajo los auspicios de este dudoso movimiento y nunca, en sus diez años de existencia, logró librarse de sus aromáticos efluvios. El new romantic se conoció en España a través de un artículo de José Manuel Costa publicado en El País el mismo día de principios del 81 en el que se presentaba en el Museo Español de Arte Contemporáneo Pop Decó, El Sonido Molero o alguno de los grupos arty farty de la época y fue rápida y vigorosamente apoyado por los programadores, tanto de la radio comercial como de la alternativa. Onda 2, la FM de Radio España, hasta entonces oráculo de todo lo que tuviera que ver con la new wave y el rock revival, se volcó en apoyo de cualquiera que usase una caja de ritmos, se pintase los pómulos y llevase faldas, faldellines u hopalandas. Algunos, extravagantes profesionales como Tino Casal y Alaska, encontraron en el new romantic un campo abierto para legitimizar lo que llevaban dentro. A otros, como a Anita Torroja, el nuevo romanticismo les sirvió para liberarse de la ñoñería que llevaban dentro y hubo muchas groupies que se apuntaron a la nueva tendencia porque les proporcionaba un campo inagotable para llamar la atención y enseñar carnes impunemente. Críticos y programadores y algunos adolescentes precoces usaron el new romantic para dar rienda suelta a su homosexualidad constituyéndose en la primera generación que salió del armario de forma multitudinaria. Para abreviar, diremos que, durante todo el período de la historia de la juventud española que se ha dado en llamar La Movida, la influencia de los new romantics ha constituido una influencia constante hasta el punto de que, si no es tomada en cuenta, resulta imposible entender aquel período histórico.
Pantalones bombachos (bloomers), chales y rebozos, bandas en la frente, manoletinas y polainas, trajes retro –ellos fueron los que recuperaron la moda de las hombreras que tan decisivamente marcarían la década de los 80- y las características ondas caídas sobre la cara... La imagen del new romantic no podía ser más reprobable.
Representantes musicales: Línea Vienesa, Casal, Mecano, Danza Invisible, Bonezzi y St. Louis, Betty Troupe, Platino, Diseño, Héroes del Silencio.