24 de febr. 2011

Álvaro de Laiglesia


El humor, la cocina, lo mismo que la moda y la costura son formas de arte que mejoran y embellencen el día a día. Un buen plato de suculentas croquetas es más importante en nuestra vida cotidiana que una catedral gótica -a no ser que vivas en alguna ciudad donde no las hayan derribado y pases cuatro veces por delante de sus arbotantes y para ir a la escuela-.

¡Me he reído tanto con Alvaro de Laiglesi! Sus títulos son fenomenales y su prosa, ágil e ingeniosa, roza la genialidad de Jardiel o Woodehouse. Durante algún tiempo los libros de Alvaro estaban carísimos en la segunda mano, posteriormente bajaron algo. Como su bibliografía es tan prolífica, cuesta completar la colección aunque tengo la suerte de haber heredado bastantes de mi madre.

Esta clase de literatura produce en el lector un estado de placidez muy reconfortante  Aunque en los libros de Alvaro, los personajes trágicos y los dramas de la vida real se mezclan con los juegos de palabras y las trapisondas más demenciales, una novela de Álvaro no llega nunca a tener la amargura d eWenceslao Fernán dez Florez.



 


Unos cuantos links:
http://www.ciberniz.com/alvaro.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/%C3%81lvaro_de_Laiglesia
http://www.imdb.com/name/nm0407068/
http://www.bookfinder.com/author/alvaro-de-laiglesia/
http://www.sabidurias.com/autor/alvaro-de-la-iglesia/es/1738

Y esto es un escrito de Oscar Wilde -no sé si es una de sus conferencias norteamericanas- donde defiende al artesano como creador de belleza: http://www.online-literature.com/wilde/2312/