3 de febr. 2011

Crónicas del Mal Tiempo IIII ¿Para qué sirvió La Movida?


Los años de La Movida constituyeron y siguen constituyendo el cogollo de la cultura pop en España. Aunque el yeyé y el rollo hubieran tenido anteriormente lugar y revistas como Mundo Cristiano, La Actualidad Española, La Gaceta Ilustrada y Triunfo no tenían miedo de sacar en sus portadas a los iconos pop del momento,  la cultura pop no logró constituirse en un peso influyente en la sociedad española hasta  los  80, bajo los auspicios de la democracia socialista.

Música y trajes fueron las dos grandes obsesiones de La Movida hasta el punto de constituirse, no sólo en signo de definición, sino también de exclusión aunque, en ambos casos no se trataba más que imitar las corrientes anglosajonas. Así pues, cuando, en 1978, Fernando Márquez "El Zurdo" y Juan Luis Lozano de Paraíso o el llorado Carlos Berlanga airearon que unos gustos musicales entre los que se contaban Mia Martini, Dario Baldan Bembo, Julie London, Donna Summer, Nancy Wilson, los Beach Boys, los Four Seasons y tantas otras cosas no permitidas por el reinante oscurantismo progre,  me hice la ilusión de que una nueva generación, más liberada y menos paleta (la mía)  había iniciado su andadura en el mundo artístico. Del mismo modo,  cuando coincidí con Bernardo Bonezzi, a quien todavía no conocía personalmente, comprando corbatas a cinco duros en Almacenes Arias, tuve claro que la estrechez de miras del progre carpetovetónico tenía sus días contados. Desgraciadamente, aquella primera impresión no fue más que un espejismo y lo único que en definitiva ocurrió  fue la sustitución de un código de comportamiento por otro igualmente rígido, mezquino y estereotipado.