10 de juny 2011

Cómo ser un crítico de rock (Segunda Parte)

Esta nueva serie del blogspot se va a ocupar de analizar y sacar jugo a mi experiencia en la crítica musical.

Hoy vamos a hablar de las entrevistas a los famosos.

Entrevistar a los famosos es una cosa que puede resultar una experiencia interesante o un marronazo de los grandes.

Por lo general, el entrevistado tiende a creer que el entrevistador siente profunda admiración por él (especialmente los grupetes que empiezan) y no tiene por qué ser así. De hecho, yo he entrevistado a poca gente de la que admiro y algunos de los que más me han impresionado son artistas a los que después de la entrevista no he vuelto a escuchar. Y la mayor parte de veces, cuando eres profesional, las entrevistas se hacen por encargo.

Entre los entrevistados que recuerdo especialmente agradables y considero que me aportaron algo están Leonard Cohen, Bonnie Raitt, Rubén Blades y Lou Reed. Insisto: el hecho de que la conversación con ellos fuese placentera no indica necesariamente que sean mis favoritos musicales. Sin negar los méritos a los demás, tengo que decir que, de los citados, sólo consigue emocionarme la música de Rubén.

Entrevistados muy divertidos: Mariah Carey y Phil Collins que no son santos de mi devoción precisamente.

Gente que me ha caído bien y recuerdo con simpatía: Murray Head, Milva, Aute, Will-I-Am, Will Johnson, etc. En esta categoría hay muchos, ya iré añadiendo.


Gente maja sin más: Kylie.

Gente que me ha hecho cambiar la opinión que tenía sobre ellos: Uno sólo, Sabina.

Gente especial: Shakira. Nos interrumpieron la entrevista por la mañana porque se la llevaban a una televisión y se tomó la molestia de llamarme por la tarde al móvil.

Jackson Browne. Mantuve con él un phoner demencial con una conexión malísima que se cortaba a cada minuto y que se tomó la molestia de volver a llamarme desde California todas las veces que fue necesario y más.

Salvatore Adamo. Le pregunté porque en España no cantaba en directo sus canciones más comprometidas y, esa misma noche, las cantó.

Curiosamente, la gente más grande es humilde y amable con todos.

Gente que me gustaba y que hablando con ellos me cayeron mal: Manu Dibango.

Una tía que parece que va a ser simpática y es más seca que hecha de encargo: Cindy Lauper.
Chicas desagradables: Las Chochonees, un grupo de rap colegui de los 80 que intentó lanzar una multinacional. Se pusieron muy excitadas cuando se vieron inmersas en el tratamiento de estrellas con maquilladora, etc. pero fueron incapaces de dar respuestas interesantes y ni siquiera sabían hilar frases coherentes. Modales y cortesía: cero. Displicencia y arrogancia: a tope. (¡Perdón! Había una chica muy correcta y amable. Se llama Blanca Li, ahora es bailarina).

La Mala Rodríguez: Lanzada bombo y platillo, me pareció una pobre chica a la que su papel le venia grande y se lo hacía pagar a los entrevistadores, fotógrafos y, sobre todo, estilistas. Cuando yo le entrevisté no tenía ni la más somera idea de la historia y significado del rap y el hiphop.

Los que se ponen tontetes: El Columpio Asesino (un grupete de Navarra que no sabían ni quiénes eran, ni cómo se llamaban, ni qué clase de música hacían). Ocurre que los grupetes se ponen coquetos en entrevistas y -sobre todo, si hay cámara de televisión- tontetes. Tipo tuna. No quieren que sus amigos se crean que se toman en serio la entrevista ni que les tomen el pelo después diciéndoles que se les ha subido a la cabeza o que parecían tal y cual...

Sindicato del Crimen. Otros que se pusieron tontetes muy a gusto.

Reincidentes: Un grupo por el que sentía cierto respeto. Les entrevisté en el plató de Sol Música y fue una decepción tremenda. Tenían que hacer un concierto acústico, no conseguían tocar una canción entera y trataron con  arrogancia y desprecio a todo el equipo. 

(To be continued)